A nivel mundial, el emprendimiento se ha consolidado como una herramienta clave para el desarrollo económico y la inclusión social. En América Latina, Ecuador se destaca con la tasa más alta de actividad emprendedora en etapas tempranas (TEA), alcanzando un 32.7%, lo que representa aproximadamente 3,3 millones de personas, quienes en su mayoría tienen entre 25 y 34 años, según el GEM Global Report 2024.
Latinoamérica, que vive altos niveles de migración, ha encontrado en el emprendimiento un camino para crear nuevas oportunidades para las personas migrantes y refugiadas, que no solo mejora su bienestar individual, sino que también aporta beneficios significativos a las comunidades de acogida:
- Económicos: los emprendimientos generan empleo y dinamizan la economía local.
- Sociales: el emprendimiento facilita la integración social, reduce la dependencia de ayuda humanitaria y fortalece la cohesión comunitaria.
- Culturales: las personas emprendedoras migrantes aportan diversidad cultural, fomentan la innovación y enriquecen el tejido social.

Hoy, más de 7 millones de personas venezolanas han salido de su país. Solo en Ecuador residen más de 578.000 personas venezolanas, muchas de ellas enfrentando dificultades extremas para acceder a servicios básicos como salud, alimentación o empleo. Las mujeres y niñas, que representan el 48% de esta población, enfrentan además violencia de género y explotación.
Frente a esta situación, hemos respondido a través del proyecto “Recuperación socioeconómica justa e incluyente de la población venezolana y de acogida en Ecuador, Perú y Colombia”, una iniciativa financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Este proyecto propone un camino hacia la integración económica, sembrado una red de transformación a través de:
- Formación técnica en planes de negocio y marketing digital
- Acceso a capital semilla o crédito con condiciones accesibles
- Educación financiera
- Participación en ferias y plataformas de comercialización
- Acompañamiento psicosocial continuo
El objetivo es promover negocios que no solo generen ingresos, sino que cuiden el ambiente y fortalezcan los lazos comunitarios.
Hasta la fecha, ya se han fortalecido 374 emprendimientos, de los cuales más de 100 están en Ecuador, y han llegado a plataformas de comercialización.
Fiorella Mackliff, Directora de Ayuda en Acción en Ecuador, menciona: “Emprender es resistir y pertenecer, con este modelo, estamos creando oportunidades, que tejen comunidad, dignidad y esperanza. Porque cuando una mujer migrante emprende, no solo genera ingresos, reclama su lugar, reconstruye su historia y le demuestra al mundo que migrar no es un crimen, sino un derecho”.
Omayrith, una de las emprendedoras formadas por esta iniciativa, menciona: “Emprender no es fácil, emprender es para valientes, yo llevo 5 años emprendiendo con mi salón de belleza en Ecuador, porque desde que estoy en mi silla de ruedas no encontraba trabajo y tuve que crearlo, en ese camino encontré a Ayuda en Acción y me ayudaron a diseñar mi plan de negocios, y a implementar estrategias de marketing digital, que me han permitido llegar a más clientes, por eso me siento muy agradecida y motivada para seguir adelante”.

El impacto va más allá de lo económico, este proyecto ha logrado en Ecuador, Perú y Colombia a la fecha:
- Más de 2.900 personas orientadas legalmente sobre su estatus migratorio.
- Más de 170 víctimas de violencia de género atendidas con apoyo psicológico y legal.
- Más de 1.000 personas sensibilizadas contra la discriminación y xenofobia.
- Espacios públicos como el parque Monserrath en Otavalo, convertidos en murales vivos de integración y cultura de paz.
Actualmente, Ecuador, Colombia y Perú se están convirtiendo en territorios de transformación social gracias a este proyecto que se construye sobre tres pilares:
- Integración económica
- Protección y cohesión social
- Cultura de paz
La meta es llegar a más de 7.000 personas en situación de vulnerabilidad (70% migrantes y 30% población de acogida), priorizando a mujeres (65%) e impulsando más de 500 emprendimientos sostenibles en los 3 países donde se implementa el proyecto.
Cientos de personas migrantes y refugiadas están reconstruyendo sus vidas a través de sus propios negocios. Este modelo está haciendo posible que las personas migrantes disfruten de nuevas oportunidades en colaboración con socios locales como: Fundación WWB (CO), Banco Codesarrollo (EC) y Perspektiva (PE).