Ayuda en Acción es una ONG internacional con base en España, que nació en el año 1981 tras el viaje a India de su fundador. En poco tiempo su labor se extendió a otros países del mundo, entre ellos Ecuador en el año 1986. Desde entonces, no hemos dejado de trabajar por los grupos más vulnerables.
Ayuda en Acción nace tras un viaje a India de Gonzalo Crespí en el que conoció a Vicente Ferrer con la intención de hacer un reportaje. Uno de los implicados en la aventura puso en contacto a Crespí con el representante de ActionAid, que le planteó la posibilidad de abrir una sede en España. Rápidamente comenzamos a dar los primeros pasos para dejar una huella indeleble en la vida de las personas. Creamos así un innovador proyecto que fue capaz de movilizar a miles de personas en España: “jamás imaginé que llegaríamos tan lejos”, dice quien hizo este proyecto posible. Ayuda en Acción fue la primera organización no gubernamental en España dedicada al apadrinamiento.
Ayuda en Acción establece una representación oficial en el Ecuador. Iniciamos nuestra intervención con los programas Área de Desarrollo Territorial Sucúa y Área de Desarrollo Territorial Cayambe en las provincias de Morona Santiago y Pichincha respectivamente. Cristian Nogales fue uno de los primeros niños apadrinados en Ecuador con Ayuda en Acción. Hoy ese niño es un líder comunitario, una referencia para quienes, como él, buscaban oportunidades de futuro y la encontraron en la solidaridad: “necesitábamos una oportunidad y nos la dieron”.
Después de dos años de nuestra llegada a Ecuador y transformar la vida de cientos de familias, abrimos nuestro tercer programa: Desarrollo Territorial Cuenca, en la provincia de Azuay. El énfasis de la intervención se centraba en la mejora de los medios de vida de los beneficiarios y en el fortalecimiento de la educación, salud y acceso a agua de consumo humano.
Cumplíamos once años en Ecuador y nuestro compromiso por estar al lado de quienes más lo necesitan seguía más vigente que nunca. Para ese entonces, ya habíamos abierto más de 10 Áreas de Desarrollo Territorial en la Costa, Sierra y Oriente en las provincias de Napo, Azuay, Imbabura, Santa Elena, Pichincha y Guayas. La vida de miles de niños, niñas y sus familias estaban siendo transformadas a lo largo y ancho del Ecuador.
Tras el sismo que afectó a las comunidades del Cantón Salcedo, en la provincia de Cotopaxi, decidimos abrir el Área de Desarrollo Territorial Cusubamba para ayudar a las familias afectadas. Durante 17 años, trabajamos construyendo sistemas de agua potable y centro infantiles, mejorando la desnutrición infantil y capacitando a docentes. Además, impulsamos y fortalecimos la producción agrícola y pecuaria para mejorar la economía local.
La crisis económica que sufrió el país a inicios de los 2000 produjo que miles de personas pierdan sus trabajos y fuentes de ingresos, provocando un aumento en el desempleo y trabajo informal e infantil. En ese contexto, iniciamos el Área de Desarrollo Territorial Chillogallo para atender las necesidades de niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo infantil en Quito, Ambato, Santo Domingo, Esmeraldas y San Lorenzo. Otorgamos becas escolares, brindamos atención médica y odontológica, dotamos de infraestructura a centros de referencia, e implementamos escuelas de formación de derechos. Este año también recibimos la visita del cantante español David Bisbal que vino al Ecuador como parte del voluntariado internacional que se impulsa desde Ayuda en Acción España.
El volcán Tungurahua comenzó su actual actividad en 1999 y desde entonces ha entrado en erupción en numerosas ocasiones afectando gravemente a la producción agrícola y ganadera y a la salud de los habitantes de la zona, especialmente a la de los niños y niñas. Justamente por ello, iniciamos el Área de Desarrollo Territorial Tungurahua, en la que además de brindar ayuda humanitaria, trabajamos en mejorar el acceso a agua potable y educación de calidad, y en la prevención de desastres.
Nos movilizamos hasta el sur del país para iniciar el programa Área de Desarrollo Territorial Chinchaysuyo en la provincia de Loja. Trabajamos durante 11 años en las comunidades de los cantones de Calvas y Quilanga mejorando la infraestructura de los centros educativos, alfabetizando adultos, mejorando la alimentación de las familias e impulsando negocios locales. A finales del año, volvemos con nuestra intervención a la región Amazónica del Ecuador. Inauguramos el Área de Desarrollo Territorial Morona en la provincia de Morona Santiago donde durante 7 años trabajamos fortaleciendo e impulsando la educación, salud y economía. Destaca la construcción de centros de salud y casas de acogida.
Nuestra labor llega hasta la provincia de Imbabura con la apertura del Área de Desarrollo Territorial Chota-Mira. Es nuestro programa vigente más antiguo. Actualmente, trabajamos en el desarrollo de la cadena de valor del café, mejora del acceso a agua potable y en la integración socioeconómica de mujeres. Ese mismo año, con las Áreas de Desarrollo Territorial de ese entonces, abrimos las Escuelas de Ciudadanía para formar a los niños, niñas y adolescentes de las comunidades donde intervenimos sobre derechos, para que incidan en temas relacionados con el ejercicio cotidiano de sus derechos.
Iniciamos el Área de Desarrollo Territorial Carchi para trabajar en 26 comunidades de los cantones Espejo y Mira, Carchi. Durante once años, trabajamos en fortalecimiento de la educación, acceso sostenible a agua potable y alimentos, desarrollo económico y protección de derechos. Todo esto con un mismo objetivo: crear oportunidades para quienes más lo necesitan.
Extendemos nuestra labor hasta la provincia del Azuay y Esmeraldas con la apertura del Área de Desarrollo Territorial Pukara y Área de Desarrollo Territorial Esmeraldas. Los dos programas siguen vigentes y se implementan para mejorar las condiciones de vida de las familias. Destaca el trabajo que hacemos para impulsar la integración social y económica de las mujeres. Por ejemplo, en Esmeraldas fortalecemos el emprendimiento de productos de cacao de la Asociación de Mujeres Afroecuatorianas Timbiré en el Futuro (AMATIF).
Volvemos a la provincia de Cotopaxi con el Área de Desarrollo Territorial Pucayacu-Guasaganda, pero esta vez para trabajar en la zona subtropical de los cantones La Maná, Sigchos, y Pujilí. De este programa, que sigue vigente, se destaca principalmente el trabajo que hacemos para impulsar y fortalecer las cadenas de valor de leche, cacao y caña, que realizamos junto a la AEXCID, para que los jóvenes y mujeres puedan ser protagonistas de su propio desarrollo.
Tras el terremoto del 16 de abril de 2016 y las posteriores réplicas, el Cantón Muisne fue el más impactado en Esmeraldas. Desde Ayuda en Acción, proporcionamos ayuda humanitaria a 759 familias del cantón, brindando asistencia psicosocial y entregando paquetes con artículos de primera necesidad (kit de alimentos, higiene y limpieza, colchones y bidones de agua, entre otros). Así también, contribuimos en la reconstrucción de viviendas y sistemas de agua potable que colapsaron.
Ante la crisis migratoria de personas venezolanas que afecta a la región, pusimos en marcha nuestro primer proyecto de movilidad humana en Ecuador con el apoyo de la Unión Europea. Más de 420 familias de Ibarra, Otavalo y Antonio Ante recibieron una atención integral que mejoró sus condiciones de vida: recibieron tarjetas alimentarias, asistieron a talleres de nutrición y orientación legal, y fueron atendidas en consultas de primeros auxilios psicológicos por vía telefónica.
Ante la emergencia sanitaria y económica generada por la pandemia COVID-19, no paramos. Proporcionamos ayuda humanitaria en ocho provincias: Esmeraldas, Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Chimborazo, Tungurahua, Azuay y Guayas. Entregamos kits de alimentos, higiene y limpieza; instalamos estaciones de lavado de manos, y bridamos asistencia psicológica. Además, gestionamos la donación de 500 equipos de bioseguridad al personal de salud y 50 respiradores para UCI.
Ayuda en Acción fue concebida para ayudar a personas y esta fijación es la clave de su éxito. En 2020 cumplimos 40 años ininterrumpidos de trabajo que nos han permitido conocer miles de historias, unas desgraciadamente tristes pero la mayoría esperanzadoras. La huella que hemos ido dejando nos permite también replicar proyectos en contextos y situaciones donde estos pueden funcionar, pero también evitar errores. Hace 40 años no sabíamos cómo sería el futuro al que íbamos a enfrentarnos. Hoy ese futuro es nuestro presente. Sabemos que nuestros proyectos pueden conseguirse gracias a la solidaridad.